sábado, 4 de junio de 2011

Los colores del cielo

Hace muchos, muchísimos años,antes de que los hombres poblaran la tierra,ocurrió algo que cambió la historia.
En esos tiempos los animales hablaban y ellos eran pacíficos. Los tigres jugaban con las ovejas. Los animales carnívoros no comían carne ni hierba, solo bebían agua de un precioso río mágico que, según la leyenda, no tenía fin. Los animales tomaban decisiones democráticas, como el color de la hierba, el nombre de cada especie animal... Algunos animales podían colorear el mundo, pero solo con la aprobación del rey, El Gran León.
Un día, los animales decidieron elegir un color para el cielo, el que, hasta ahora, dejaba ver todos los astros del firmamento.
-Amarillo está bien, - opinaba un lagarto - el sol parecería más grande.
 -No, demasiado chillón. El calor aumentaría y se nos chamuscaría nuestra lana, - dijo una oveja, recibiendo la aprobación de sus amigas - Blanco está bien.
-Podemos ponerlo rojo, o naranja - dijo una mariquita con voz potente (más o menos).    
-¿Y el negro? -gruñó una pantera- en la oscuridad se duerme bien.


El Gran León, que hasta ahora cavilaba profundamente, habló:


-Debéis tener en cuenta que el color del cielo es mucho mas que un color. El color del cielo debe reflejar felicidad en nosotros cuando nos miremos. El color del cielo es reflejado en el mar. El mar no puede parecer sucio. Imaginaos el marrón, el mar estaría oscuro y deprimente. Además, cuando estemos en la playa bañándonos, estaríamos en un marrón, literalmente.


Todos se echaron a reír. En esos tiempos las bromas no eran muy buenas.


-¿Y el azul? -dijo un tímido cachorro de león, el hijo del rey- es tan bonito como Neptuno, que dicen que es el dios del mar.
-Bien, -aprobó El Gran León, satisfecho, con su voz temerosa y potente, pero amable- el cielo será azul por el día, naranja o rojo al atardecer y por la noche, negro.


Todos gritaron de alegría.


Pasaron los años y la raza parlante de los animales desapareció. Dicen que los animales se quedaron mudos porque temían al hombre. Pasaron milenios y el hombre creó teorías que hicieron olvidar las cosas sobrenaturales y la magia.
Ahora el cielo es una mezcla de gases de la atmósfera  que juntos forman el azul.
De vez en cuando se escucha a un león reír para sus adentros más allá del cielo.