Triste estoy, no encuentro al viento.
Verdes ramas cubren los rayos de sol. Ahora las verdes hojas se lucen casi amarillas.
Un antiguo puente se deja arropar por rojos arbustos.
- No te encuentro; recorre este arroyo si estás aquí.
Desde el puente, puedo ver mi reflejo, como si yo estuviera atrapado entre esas ramas. Y, como de repente,una dulce brisa recorre mi mejilla.
- Te encontré...
Dejad vuestros comentarios.
Es precioso Daniel,me encantan tus textos.
ResponderEliminarJo tío...Ojalá que yo escribiera textos como los de Daniel...
ResponderEliminarJa Ja.
ResponderEliminarMuchas gracias.